Si estás enojado. Si estás triste. Si estás agobiado. Si estás abrumado. Si cualquiera de los sentimientos tiene que ver con algo que dije o hice o no dije o no hice yo. Nunca sé bien a bien qué pasa por tu cabeza (tampoco qué pasa por las pantallas de tus múltiples recursos tecnológicos). Pero hoy necesitaba soltar el llanto con alguien y no fuiste mi primer llamada, pero fuiste la segunda y actuaste con tal raciocinio que sentí que debiste haber sido la primer llamada. Me cuestionaste y me jalaste las orejas como sólo tú sabes. Escuchaste cuando te dije algo que me define en muchos sentidos y lo comprendiste. Y por eso aunque nunca sé qué pasa por tu cabeza o por tu alma: eres mi amigo forever and ever. Así que haztealaidea. He-di-cho.