NO ME MIDO

En las noches procuro leer sin falta. Aunque sea unas cuantas páginas de algo. Desde el sábado comencé The Road de McCormac y esta mañana mientras esperaba mi caramelmacchiatoconlechedesoya me senté a leer (oía antony and the johnsons en el ipodrosanena). Pensé algo que hasta después dije en voz alta: creo que de momento no debería leer este libro. Poquito más denso de lo que mi día necesita.

Total, llegué a casa a esperar a los del aire acondicionado, debí ponerme a calificar pero no tenía ganas, tampoco de ver la tele. Creo que traía el gusanito de leer algo que me absorbiera por un ratote. Ah, ya sé, me dije, algo de Vila-Matas.

Agarré uno que tenía a mano y después de escuchar la triste noticia sobre el motor del aire acondicionado, me senté a leer.

Neta que a veces no me mido, apenas comencé y me dije: ¿cómo este libro? Porque aunque no ando en plan dramático-emo-findemundo, tampoco tengo porque agarrar un libro que se llama Suicidios ejemplares ¿o sí?

En serio, no me mido. Pero el libro va por otro camino y no lo voy a dejar.

He-di-cho.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *