Una de mis personas favoritas del verano pasado viene a Hermosillo: J.P. Compartimos no sólo la necedad por la narrativa sino también algunos autores y manías. Mi casa será de nuevo anfitriona de letras y mitotes. Quién sabe en una de esas la convierto en un Bed & Breakfast para escritores (aunque quién sabe quién les haga la cama y les prepare el desayuno).