Lo he descubierto. Mi mejor momento para escribir es en el auto. Voy manejando al trabajo o del trabajo y me vienen a la mente historias buenísimas, líneas maravillosas, personajes redonditos. A veces me voy diciendo todo como leyendo el párrafo que esconde mi mente. Es increíble. Todo con un ritmo y una coherencia bárbaros ( o bueno, el ritmo y la coherencia a la que yo soy capaz de llegar) (lo cual…). Bueno el punto es que debo llegar y escribirlo, a veces lo hago, pero a veces llego y ocurre esto y lo otro y dejo pasar minutos o dejo pasar horas y entonces hago mis anotaciones. Siempre he creído que algo se pierde (quizás no se pierde nada pero soy paranoica).
Ahora estoy escribiendo un cuento que comencé en la carretera Hermosillo-Nogales. Me está gustando mucho, tiene una velocidad de 100 km/h. Estacioné mi carro, corrí a la oficina, prendí la compu y escribí y escribí y escribí. Pero como ya lo he dicho, soy paranoica, ¿qué va a pasar cuando se me ocurra otra cosa y no pueda escribirlo inmediatamente? Así que he decidido que voy a comprar una especie de recorder, algún aparatejo que pueda prender sencillamente, poner en mi regazo y a quien le voy a dictar lo que se me va ocurriendo. No me va a dar pena que me vean hablando sola por las calles porque no me da pena que me vean cantando como loca por las calles.
Así que si alguien conoce algún aparatejo como este recorder que necesito, venga porque necesito asesoría.