El once de mayo de dosmilsiete, si todos los dioses y burocracias del universo lo permiten, me graduaré de la maestría. No sé la hora y no tengo claro el lugar, pero puedo decirles: la alegría me inunda.
Espacio de Ocio y Escritura de Sylvia Aguilar Zéleny
El once de mayo de dosmilsiete, si todos los dioses y burocracias del universo lo permiten, me graduaré de la maestría. No sé la hora y no tengo claro el lugar, pero puedo decirles: la alegría me inunda.