Después de mucho hablar de ello, después de mucho decir ahora sí te doy el libro y ahora sí me das el libro, ayer finalmente el hombre-lobo y la mujer-bajita intercambiaron libros. Ninguno de los dos lo admitió pero estoy segura de que la sensación es la misma a cuando uno intercambiaba tazos de las sabritas. Así que Banville ya está conmigo y Cook ya está con él.
Me gusta eso de tener con quién intercambiar libros raros, libros difíciles de encontrar. Libros difíciles de describir.