CONSEJO DE MADAME BOULLOSA

Ya. Comienza. Dite tu novela, dítela a ti mismo… Imagínala como es. No necesitas ponerla en palabras. No debes ponerla en palabras. Vela, siéntela, huélela: pásala en tu cabeza. Vela, vívela, precísala. Tal como la imaginas. No corras prisa. Vela, mírala, visítala como es.

La novela perfecta, Carmen Boullosa.

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