Vivo en La libertad. Una colonia estratégicamente colocada a unos minutos de la línea. Vivo con Jenny una artista que no hace sino sorprender. Llegar a su casa es llegar a una instalación. Es la casa de los colores. Rojos, verdes, naranjas se asoman por donde uno pasa. Espejitos, libros, cajas y más cajas. Fotos, telas, sillones… objetos que creemos comunes y que ella convierte en objetos extraordinarios. Es suave venir de una casa de colores pálidos y despertar con tanto color. Es suave dormirse hablando de lo que uno hace/escribe/piensa/desea y amanecer hablando de lo mismo.