Es domingo. Mediodía.
Vamos en el carro el de seis (y medio), el Timo (nuestro perro que no sabe controlar su vejiga) y yo. Hacemos alto en periférico y bulevar transversal. Vamos cantando (tema para otro post) y entonces pregunta:
– Mamá, ¿ese edificio… ES DE LA COCA COLA?? (las mayúsculas no se acercan si quiera a la forma o el tono utilizado).
– Sí.
-Pero… peeeero, ¿QUÉ NO LA COCA-COLA LA HACEN LOS GRINGOS? (insisto las mayúsculas no dan el tono correcto), ¿por qué aquí, en nuestro país?
Mi explicación fue breve, sencilla y casi acertada. Hubo un silencio (desos que se toman como un asentimiento).
Verde.
Avanzamos.
A un lado de nosotros el Walmart, más allá McDonald’s, por ahí el Office Depot.
Una mamá rogaba en su interior que las preguntas se hubieran terminado.