MAPA EN MANO (en alma dibujadito)

El viernes mi mundo se colapsaba. Me sentía de la chingada. Para tumbarme un poco el rollo saqué todo de mi bolsa, me puse a arreglarla. Acabé y el turno fue de la cartera. Entre uno y otro papelito me encontré con un mapa.

Tuve ganas, muchas ganas, de seguir el mapa en ese instante, seguir las instrucciones al pie de la letra y llegar al centro de tijuana, a la central de taxis colectivos, a Rosarito. Me hubiera bajado en esa esquina y caminado las cuadras necesarias para llegar a Cigart, ese lugar donde un sillón siempre espera que alguien se tome café y fume uno desos cigarritos de clavo que sólo ahí saben a maravillas.

Lo hice.
Con el mapa dibujadito, llegué ahí.
No tomé café, no fumé un cigarrito de clavo.
Pero el viaje me hizo bien.

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