VIERNES (de pequeños dramas cotidianos)

El carro se sobrecalentó. Lo llevé al taller: 400 pesos.
El de la entrevista me dejó plantada. Esperé una hora y nada.
Mi tobillo sigue doliendo. No he podido ir al doctor.
Fui al mandado. No había nopalitos.
El calor está del demonio. Cuarentayseis grados.
Ya sabes, pequeños dramas cotidianos.

Pero yo me siento bien, muy bien. Y tú sabes perfectamente por qué.
Julio va a seguir con sus cosas, el muy jijo, pero yo voy a seguir con mi carita en alto y mi sonrisa boba. Tú también, ¿verdad?

Cuánta jotería, ¿no?

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