Nos miro a todas y cada una de nosotras. Sonrió, puso la mano derecha en su pecho y nos dijo:
“Estoy tan orgulloso porque ninguna de ustedes trae mechas en el cabello”.
Nosotras, nos sonrojamos, sonreímos y asentimos con dignidad.
Espacio de Ocio y Escritura de Sylvia Aguilar Zéleny
Nos miro a todas y cada una de nosotras. Sonrió, puso la mano derecha en su pecho y nos dijo:
“Estoy tan orgulloso porque ninguna de ustedes trae mechas en el cabello”.
Nosotras, nos sonrojamos, sonreímos y asentimos con dignidad.