Volar.
De la montaña al mar, del mar al desierto.
De aquel lugar a este lugar.
De aquel hogar a este hogar.
Volar pensando en la vida, en la muerte y otra vez en la vida.
Llegar a casa y encontrar tus brazos tiernos, pequeños. Encontrar en tus ojos la alegría. Encontrarme en tus ojos. Eres, sin remedio, lo que más amo en este mundo. Tengo unas ganas enormes de permanecer así, contigo en mis brazos pero tú tienes otros planes, otros juguetes… con eso no se compite.
La vida en tus ojos me hace recordar lo importante que es este día, cada día.