Me llamo Sylvia Aguilar Zéleny, tengo 31 años. Soy soltera.Tengo un hijo de seis años que dice que cuando sea grande trabajará en un laboratorio o en el ejército nacional. He tenido novios que me han (y he) querido y otros que me han (y a los que he) sacado canas verdes. Soy profesora y escritora. Soy necia y obsesiva como una y como otra. Me gusta lavar los trastes y tallar el piso de mi regadera. Odio trapear. No creo en los carros automáticos. Ayer escuché a los Chemical Brothers en la mañana y a Do Make Say Think, por la tarde. Puedo escuchar a Radiohead a cualquier hora.
No fumo. Bebo poco en realidad, con tres cervezas soy la mar de risas. Pero si son Indio, no respondo. Desde hace un año no como carne y desde hace dos meses tampoco pollo. No soy especialmente bonita, tampoco especialmente fea. Prefiero los zapatos bajos y las faldas bajo la rodilla, los perfumes florales y los anillos de plata. Amo mis tenis rojos.
Odio que me hablen de usted.
Me gustan los besos largos y los abrazos muy apretados. No me gustan las palmaditas en la espalda ni los pellizcos. Me gusta cuando un hombre acaricia apenitas mi muslo mientras manejo. Mi mejor amigo tiene el cabello rojo y mi mejor amiga a veces lo tiene rosa. Comencé a leer a Banana Yoshimoto porque se llamaba Banana Yoshimoto. No sé nada de amor, pero no importa porque nunca nadie sabe nada del amor. Soy virgo en el zociacal, buey en el horóscopo chino y un poco wey en todo lo demás.
Comencé a escribir mi blog hace dos años y nunca he podido explicar bien por qué, sólo que no puedo dejar de hacerlo.
(texto para lorenamancillas que seguro ni se acuerda de mí y no sabe que la leo con gusto)