Bueno, hoy es su último día. Los veremos quizá de cuando en cuando, nos saludarán de carro a carro quizá nos receten, construyan, vendan, diseñen o nos ingenieren algo en el futuro, en ese que apenas se asoma tras su entrega de diplomas que diga que finalizaron la preparatoria. Son una generación bienquerida.
Yo volví a las aulas -después de siglos de ausencia- al mismo tiempo que ellos ingresaron a la prepa. Yo aprendí y desaprendí con ellos. Ellos seguro desaprendieron y desaprendieron. Pero algunos pusieron atención realmente, algunos tomaron los libros, algunos tomaron la pluma, otros se adueñaron del escenario y todos nos tomaron por sorpresa cuando nos dijeron: con permiso, ya nos graduamos.
Hoy tienen su albercada -algo así como su último baile- evento al cual por supuesto que iré acompañada de mi galán el de seis; los veré en su último baile adolescente, bajo el sol, dentro de la alberca, risa y risa, como siempre.
Farewell!