No tengo idea cómo le hacían las mamás de Platón, de Sartre o de cualquier otro filósofo. No digo que mi hijo muestre ya semillas de deep philosophy, él simplemente es como cualquier otro niño que suelta unas verdades que manifiesta como si hablara de mermelada o de paletas payaso.
En el carro, rumbo a casa de los abuelos, hablamos de uno de sus amigos:
Hecho del de casiseis: “No es ni tan mi amigo porque a veces me dice cosas feas”
Argumento de la de treintayuno: “Los amigos a veces son así, cada quién tiene diferentes formas de querer, por ejemplo yo te grito desde la cocina: hijo, te quiero mucho (sí, lo hago con cierta frecuencia) y tú te me trepas sin piedad en la panza mientras duermo para decirme lo mismo… cada quién tiene diferentes formas de querer…”
Argumento del de casiseis: “No, mamá, la verdadera forma de querer es con amor, la otra es mentira”.
Respuesta de la de treintayuno: “…”
(¿por qué en mi blog no existe la posibilidad de poner esa carita de sorprendida, la de ojos bien abiertos, que aparece en todo messenger para que ustedes puedan ver cómo me sentí en ese momento??)
Insistencia: ¿cómo le haría la mamá de platón?