Y que hoy, como a eso de las ocho treinta de la mañana, viene la rubí con sus ojos grandotes y su voz suavecita con cien pesitos en la mano diciendo: Maestra, vengo a comprarle su libro. ¡DIOS DE MI VIDA! ¿hay alguna otra mejor manera de comenzar el día, la semana, el mes, EL AÑO??!!
Pero.
No tenía libros a la mano (lo siento, no estoy acostumbrada) y la rubí dice: no importa, le dejo el dinero de todos modos y luego me lo da. ¡DIOS MÍO, OTRA VEZ!
Y ya con ese, señores míos, van ocho libros vendidos de No son gente como uno, colección de cuentos escritos por su servilleta lys.
aahh, se siente tan bien!