STAR WARS

Al de cinco esta navidad, entre otras cosas, le amanecieron 10 monitos de Star Wars. Santa se había aferrado también con la nave de Han Solo pero se le explicó que yo, su mamá (la del niño no la de santa) se negaba rotundamente a tener una nave de 800 pesos que terminaría barriendo hasta que desapareciera por completo.

Pero mestoy saliendo del tema.

El caso es que a resultas de los monos el hijo y yo tuvimos una fuerte discusión en cuanto a las genealogías galácticas. Que Luke es papá de Anakin, me discutía el imberbe. No no, le decía yo, estás mal… Que el emperador es el papá de Anakin. Que no, que no.

Por lo tanto para resolver esta y otras futuras discusiones acudí a mi amigocha la Tania cuyo esposo como buen fan es poseedor de la trilogía en dvd. Y hemos invertido tres noches en echarnos cada una de estas películas, acostados, hechos bolita en nuestro sillón con cobijas, palomitas, soda y luces apagadas. Qué madurez ni qué nada, memocioné (otra vez) tanto como él… Lo admito: me cae gordo recordarle a cada rato los nombres de los personajes a cada rato, su memoria es fugaz. Lo admite: le cae gordo que a cada rato le diga “qué guapo” cada vez que sale Han Solo.

Así pues, hemos pasado una semana intergaláctica en casita… No puedo esperar el momento en que le diga: hijo, el capítulo tres ya está en el cine. Porque así se aclararán todas sus dudas.

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