Bueno, no sé si he escrito bien los nombres. No importa mucho porque realmente no se llaman así. Realmente no se parecen tanto en lo físico. Este es un par de gemelos que las circunstancias, y no la naturaleza, ha unido.
Uno tiene cinco y el otro tiene cuatro.
Ambos piensan que Star Wars es lo máximo.
Ambos se manejan por el mundo con un lenguaje poco común para dos tipos de su edad.
Uno no besa, ni se deja besar. El otro no besa pero, a ver ¿lo van a besar?
Ambos se divierten contando chistes, cuentos y adivinanzas.
-¿Qué es blanco, negro, rosa y que huele muy feo?
– El coatí
No era el coatí, pero ¿no les parece formidable que un niño de cuatro años sepa qué es un coati?
Los dos son un par de guapos que algún día van a crecer y esperemos que, para entonces, sus mamás ya nos hayamos hecho a la idea de que ellos, en realidad, no nos necesitan.