LOS JÓVENES LEEN (so, they say)

Nunca he entendido cómo me las ingenio para estar presente cuando las conversaciones más inverosímiles se llevan a cabo. En esta ocasión, heme en miércoles a las siete aeme en la biblioteca del campus. Mi grupo, de cuatro alumnos, resolvía el examen mientras yo leía a Collingwood (reverencia, por favor).Cerca de nosotros estaban tres chicos cuya clase no comenzaba hasta dentro de una hora, estaban por ahí platicando ¡de libros!como si eso no fuera biblioteca sino el bar La biblioteca. Al principio no puse mucha atención. Pero entonces comencé a escuchar una serie de afirmaciones (relevantes?) que no puedo sino compartir. De acuerdo a estos tres tipos:

  1. Antes de ver la película, primero hay que leer los libros de El Señor de los Anillos. (Really?!)
  2. Siempre es mejor el libro que la película. (Sin comentarios)
  3. La biblia es un libro histórico, “Neta, tienes que leer el Éxodo, es otro pedo”. (Sin comentarios, por supuesto).
  4. La calidad de un libro se mide por su tamaño. “Los novelistas rusos hacían unos librotes, una vez leí uno de Tolstoi, los hermanos no sé qué, estaba bien grandote”. (¿grandote=interesante?)
  5. El código Da Vinci es un gran libro (¿tamaño o calidad?, me pregunto) “Ya vendieron los derechos para hacerlo película, Russel Crowe va a…”
  6. Shakespeare es mujer, de otra forma cómo explicarse todo lo que hizo. De acuerdo a fuentes, que ellos consideran fidedignas, Shakespeare era una cortesana a quien no dejaron estudiar. (Pregunta, ¿no se estarán confundiendo con Sor Juana? aunque quizá entonces ellos piensen que Sor Juana era en realidad hombre).

La conversación continuó. Alguien afirmó haberse gastado el mes pasado cincuenta dólares en puros libros. “Regalados”, dijo. Ni siquiera me atrevo a pensar qué libros y qué opinión se ha creado de los mismos tras su lectura. Pero no podemos quejarnos, nuestros jóvenes leen.

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