PARA CONOCERLOS MEJOR (un vistazo al refri)

Si usted quiere conocerlos mejor tan sólo tiene que asomarse a su refrigerador. Encontrará, antes que nada, que es un moderno refrigerador negro de dos puertas, muy acorde con la formaica de la cocina.

Abrir la puerta de su refri es abrir la puerta de cada uno. Va a encontrarse con unos quince jugos de uva, envase tetrapak con popotito, eso le indicará que el niño que habita en esa casa tiene una pasión en cuanto a bebidas se refiere. Observará también unos cuatro jugos de mango o de piña, eso le indicará que la madre a su vez tiene obsesión porque el de cinco pruebe otros sabores.

Más adelante, entre la mantequilla y el queso, encontrará usted con regular frecuencia un platito con un poco de cereal y leche, resultado del desayuno o la cena anterior. El de cinco, cuando no puede más, dice que lo guardará en el refri para mañana. Vale decir que mañana la mamá lo verá y seguro lo sacará y se deshará de la leche y del cereal remojado. Mejor no hablemos de la discusión entre ellos cuando el de cinco se da cuenta que la de 30 desapareció su platito con restos de cereal.

En este refri hay dos tipos de yogurt. Uno es natural de Yoplait y otro de fresa llamado Yopli. La dueña del Yoplait pocas veces prueba el Yopli, pero el dueño del Yopli (cuando se ha terminado el suyo, lo cual es siempre común) le entra al Yoplait con facilidad, especialmente si hay fruta involucrada.

Así como puede encontrarse restos de cereal, usted puede encontrarse restos de té helado, un vaso a medio terminar en la puerta del refri es indicativo que alguien estuvo tomando té helado la noche anterior, no se lo terminó y le dolió el codo tirarlo. Se guarda en el refri para acompañar el desayuno o el almuerzo.

Hay bolonia, queso amarillo y queso blanco, queso philadelphia (cuando se puede dar el lujo), muchos limones y pepinos (la de treinta es fan). También hay leche, aderezos para ensaladas (rockefort e italiano), siempre hay tuppers depositarios de algún guiso rico enviado por la madre y la abuela de los inquilinos: pay de mole, frijolitos, crema de espinaca… nunca falta.

En el congelador nunca faltan: nuggets de pollo, papas a la francesa, hash browns y waffles (ah porque están estrenando tostador). Se observa de esta manera la intensidad del antojo de estas dos personas.

No, aquí no hay queso gruyere, ni salami, con suerte a veces hay jamón. Su canasta básica es a la vez básica y divertida.

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