This is a world of men

This is a world of men. They come into your country, they invade your home, they kill your family. They turn your body into the battlefield –the territory of all violence—all power—all life and death. And we take it. We do. We keep taking it. We have lost track of the reasons we do not slaughter the world of men, but we do not. Yes, there are good men.

 

Lidia Yuknavitch, The Small Backs of Children

History and Women

History, Mithology, Literature, all the pictures and stories and time: women as witches and monsters, women as prizes and slaves, women as frozen bodies. A woman burning on a stick, queens about to lose their heads. Where are the artists? Where are the bodies who  would break out of the story and rescue the others? Where are the daughters with the fire in them?

 

Lidia Yuknavitch, The Small Backs of Children

el golfo dijo no

y bueno, ya podemos todos descruzar los deditos porque el golfo ya escribió y dijo que no, que gracias pero no, que qué fuerte candidata pero no. no voy a mentir, se me dobló una esquinita del corazón y a mi marido se le dobló el alma surfera. no tocaba y ya.

claro que una no puede ganarse el premio nacional de novela y esperar que TAMBIÉN le den el puesto de sus sueños en una ciudad que aunque no era de sus sueños sí representaba un nuevo parnorama, una vida de adulto burgués.

¿qué sigue? buscar un nuevo departamento, replantearse las cosas, revisar y revisar y revisar el currículum para mandarlo a tierra amish. ¿y mientras tanto? escribir, leer, ser, ser más.

el golfo dijo no pero la vida siempre dice sí.

fin de mi momento de autoayuda chafa.

el hijo

el hijo está en hermosillo. el hijo está con su papá. el hijo está aprendiendo a manejar. el hijo ha estado fuera casi dos semanas. el hijo se va a ir a toronto en agosto. el hijo es grande. el hijo es el hijo es el hijo.

cursos de verano

pues heme en el maratón de los cursos de verano. el de español para médicos en las mañanas de lunes a viernes y el de historia de la civilización los jueves por la tarde. estudio gerundios, griegos, pronombres y columnas. o algoasí.

las clases me roban mi tiempo de lectura. terminé de leer a la Manguso y es hora que no puedo entrarle de lleno al nuevo de Yuknavitch y a mi serie detectivesca de Atkinson.

con las clases volvió la ansiedad, ah esa señorita, el temblor de piernas y la navegación cerebral. no duermo bien pero cuando duermo sueño que me dan ese empleo y que mi madre me ayuda a empacar.

UNA VISITA AL GOLFO de la incertidumbre

fr158heme en el trayecto hacia el golfo. básicamente será la primera vez que nos veamos, el golfo y yo (aquí es cuando yo debo aclararles que hablo del golfo de méxico y no de cualquier otro golfo, que esos se los cruza Una en todos lados). ¿que si qué hago en el golfo? pues digamos que vine a coquetearle, digamos que el golfo me dijo: “ven, verás,” digamos que el golfo y yo estaremos frente a frente yo me presentaré, él se presentará, conversaremos y luego veremos qué.

¿qué puedo adelantarles? pues que siento incertidumbre. sí, la incertidumbre se acomoda en mi estómago y en mi frente. la incertidumbre y yo somos viejas conocidas. pero esta mañana, sentada en una sala de espera, con un librito de Pema Chödrön  en la mano, tomé una decisión. después de años de evitarla, a ella a la incertidumbre, he decidido que es momento de habitarla, de serle. digamos que me le siento al lado y la dejo que haga lo que tenga que hacer, a fin de cuentas yo soy sólo un minúsculo humano sin poderes mágicos para leer el futuro.

digamos pues que la mía es una visita al golfo de la incertidumbre.

(escribo esto, por cierto, en el aeropuerto de Houson donde, lo admito, alimento la incertidumbre con unos deliciosos camarones asados).

No llegué a Ciudad Victoria para la Victoria, así que saquen las Victorias

Tengo un largo historial de aviones perdidos, cambios de ruta, retrasos y locuras varias. La verdad es que siempre que me subo a un avión termino en Tijuana o en Dallas. El vuelo a Cd. Victoria se complicaba un poquito en horarios y horas de espera, era toda una travesía para sólo 24 horas de estancia. Soy miedosa, paranoica y ansiosa, y mi panza de pronto me dijo: no, se nos está complicando innecesariamente.

Me puse triste, no miento, entonces el Barbudo me recordó que como ya tenía yo quien sustituyera mis clases simple y sencillamente agarrara mis chivas (libros, tenis, compu, libreta, ropa) y me lanzara con él a la montaña. Y henos aquí en una montaña que a ratos tiene wi-fi (believe it or not) celebrando de manera natural una victoria aunque sin ciudad victoria y sin victorias.

Este es mi primer premio nacional, esta es mi primera novela concebida como tal desde el inicio, este es un momento de victoria, sí.

el verano del crimen

me dije: voy a leer sólo para entretenerme.

me dije: voy a leer algo que no me haga pensar demasiado.

me dije: voy a leer series de novelas de policíacas y de crimen.

me dije: haré de este el verano del crimen.

me dije: voy a leer a Gillian Flynn, Sara Blaedel y a Kate Atkinson.

me dije: las voy a leer como si se tratara de una serie de netflix.

 

puedo ser tan tan tan ingenua. Flynn, Blaedel y Atkinson es un combo que deberían vender con litros de cafeína, alzaprolam y prozac. lo juro.