Que no se nos olvide hoy felicitar a Claudita, una magnífica amiga a quien queremos mucho y a quien prometimos acosar en su casa y arrastrar a cenar a algún lugar lindo.
Un beso, Linda.
Espacio de Ocio y Escritura de Sylvia Aguilar Zéleny
Que no se nos olvide hoy felicitar a Claudita, una magnífica amiga a quien queremos mucho y a quien prometimos acosar en su casa y arrastrar a cenar a algún lugar lindo.
Un beso, Linda.
Este sitio está out of service porque su autora está out of service. Entre la exposición del lunes, la boda del miércoles y la película del jueves (no con las chicas porque se rajaron las muy… -tú no carmencita chula-) difícilmente alcanzo el viernes con horas de sueño rendidoras y buen ánimo. Así que los temas antes citados (expo, boda, cine) serán expuestos en otra ocasión. Porque, ¿ya les dije que hoy me siento out of service?
(de la cita con el doctor, ni hablamos…)
El drama de la semana, de mi semana.
No es la muerte de Superman (aunque lo siento mucho).
No es mi cita con el doctor (aunque me dan nervios).
No es que no tengo dinero (y que esta quincena ya la debo completa otra vez).
Nada de eso.
Mi drama de la semana es que al parecer tengo lastimado el espolón (no me queda claro si eso es un tendón, un nervio o qué) pero el caso es que todos mis zapatos derechos me duelen. Y eso es terrible para alguien adicto a los zapatos.
No no hay peor drama ni peor castigo a mi superficialidad…
Leo en algún lugar que la fragilidad es realmente pánico. La línea dice exactamente:
“Tu fragilidad
que finalmente es pánico”
Me gusta porque me he sentido frágil. Me gusta porque he sabido frágil a otro. Me gusta porque así entiendo más los rostros, las palabras, las convivencias frágiles. Son presas del pánico.
Y eso es más fácil de comprender que cualquier otra cosa.
Fragilidad, tu nombre es Pánico.
He doesn’t read this. He doesn’t know this exists (poor him)
He probably doesn’t even know my last name.
But still he’s a friend and a birthday boy.
Feliz Cumpleaños al Peter.
A mí ningún médico me ha salido con que I’m running out of time y que si quiero otro hijo le apure. No. Tampoco tengo un marido, una suegra o una madre que mestén dando lata con lo mismo. Ni yo misma me acoso con la idea de ser mamá otra vez. Por el contrario, desde que nació Juanantonio tuve muy claro que con él me quedaba. No he tomado medidas drásticas para cerrar la fábrica, pero es sólo por pánico escénico (a un quirófano no vuelvo y menos por cuenta propia).
No soy Herodes, por el contrario, los retoños me dan una ternura bárbara. Sé que me voy a volver loca cuando el bebé de mi mejor amiga nazca. Pero como no ha nacido y no hay bebés a mi alrededor me he descubierto ofreciendo mi voz más absurda y tierna y mis cariños más cálidos a un ser de tres meses que babea, da lata y hace gracias al mismo tiempo (como todo bebé) pero que está lleno de pelos. Se llama Pigles (por el momento, la semana pasada era Max). Es nieta de una chihuahueña y de un french. Es hija de una casichihuahua casifrench de lo más raro y de un maltés. No hay palabras que la describan correctamente. Es güerita pero las puntas de su pelo son negras. Una monada.
Juanantonio la trae de aquí para allá y tanto me negué a su existencia que sobrevino la justicia poética: me enamoré de ella. Es tan linda. Me ve y brinca de gusto, por la mañana me trae su plato para pedir su comida. Rasca la puerta cuando me voy a bañar. Me gusta, me gusta su compañía y detesto cuando mi hijo se la lleva a casa de sus abuelos. Como si no fuera suficiente estar ya sin él.
Ayer, mientras le decía hasta mañana Pigles, comprendí que quizás en ella se depositen mis últimos instintos maternales. ¿Me entristece eso? No lo sé exactamente, pero sí sé que en la próxima quincena al hijo le compro tenis nuevos y a Pigles un plato para sus croquetas.
Día
El objetivo principal era pasear al pintor fuereño. Por eso unos cuantos artistas plásticos unieron fuerzas y centavos para invitar a CastroLeñero a Kino Bay. Unos se fueron en el carro del ISC, Nosotros nos fuimos en el Chevy, después de todo tiene dos llantas nuevas (que sigo pagando) un cidi (¿habré terminado de pagar?) y gasta poca gasolina (¿de veras será poca?). Abordo iban: dos artistas plásticos (uno atrás y otro adelante en plan de piloto), dos literatas (una atrás y otra adelante en plan de copilota), un niño de cinco años (en plan de ya quiero llegar al mar, ¿cuándo vamos a llegar al mar) y una perrita de tres meses (rogando santa providencia y añorando su hogar). Sí, éramos Daniel, Juan, Edna, Sylvia, Juanantonio y Pigles (al menos así se llama esta semana). Edna y Juanantonio hit it off desde el principio. ¿Quién no iba a adorar a una morra que te presta su celular con videojuegos?
De ida escuchamos a Musa, Los Rayasblancas, Los brillos, La Eli. Tomamos mucha agua, jugo, comimos papitas, galletas. Todo, antes de salir de Hermosillo. En el Superval de la calle 12, CastroLeñero hizo una compra curiosa: tres jabones zote, una bolsa de frijoles, papitas, azúcar y dos pastas de dientes. Cuando vimos las compras del artista conceptual nos preguntamos hacia nuestros adentros: ¿será ese material para alguna obra de arte conceptual? Nadie se atrevió a preguntar, sólo el de cinco,interesadísimo, preguntó: ¿de qué papitas llevas? Sabritas, le contestó él.
En Kino el clima fue amable, un viento fresco, el mar tibio, la brisa dulce. La perrita odió la arena desde el principio. Caminamos un poco, reímos mucho. Conchitas y plumas de gaviota. Fotos y dibujos en la arena, por supuesto, juguetear un poco en el mar y luego a comer al estero, donde las tostadas de jaiba estaban a diez pesos y los piquetes de zancudo eran gratis. Llegamos a las ocho de la noche a Hermosillo. Dejamos a la familia Ruiz en su casa y luego corrimos al otro lado del mundo a bañarse-arreglarse para veinticinco minutos después irse a casa de Marian: sábado de chicas.
Noche
Recogí a Edna (¡yupi, la hemos unido al clan!) nos perdimos por la Balderrama hasta dar con la casa de Claudia y después a toda velocidad por la Olivares para llegar (con casi hora y media de retraso) a la casa de las Emes Mendívil. Aceitunas, queso, jamón serrano (no mentía, tendría jamón para nosotras), un par de cervezas sol, coca-cola y mucho, mucho qué decir. Cuando las chicas se juntan, beware!
En la casa de Marian hasta los grillos han de ser bonitos, es un lugar donde te sientes a gusto desde el primer momento, el sillón, la lámpara, la cocina, la niña de ojos grandes que dibuja y sonríe lindo-lindo. Cada una tuvo su momento para hablar, de sí misma, de otros (ay, qué suave es hablar de los otros). Cada una compartió superficialidades y profundidades (tan importantes unas como otras). Cada una dejó esa casa con una sensación de plenitud. Lo que hacen las aceitunas verdes y la buena compañía.
Yo tenía arena en las orejas todavía, pero aún así escuché cuando Marian nos dijo, fue un placer. Y sí, ese sábado día y noche fue un placer.
Cable de último minuto.
El Tulio se acaba de conectar.
Y después de leer el post anterior ha hecho una aclaración:
“No me caí, brinqué del techo,caerse es accidental
yo lo hice intencionalmente…”
Nos disculpamos enormemente con el susodicho y prometemos no burlarnos de su hobby ese de brincar techos. ¿Será deporte extremo para él?
Only God (or the roof) knows.
En el Sanborn’s quedé de ver a Julia, le llevaría unas copias y ella me daría una información. Julia es quien quiere raptarme a su escuela que queda en otro estado de otro país. El encuentro fue breve esta vez, lo que se debía hablar se había hablado la noche anterior. Quería que me quedara to “hang out with the girls” Julia es medio gringa. Pero en otra mesa, pequeñita, al lado de un pilar me esperaba ya mi persona favorita.”Sorry, I had a previous engagement”. Kisses and good-bye. En la otra mesa, el Meza mesperaba. Platicamos. Ponerse al corriente. ¿Nos vamos? Rumbo a la salida. Un escritor me corta el paso, que si me interesa entrar con ellos a una asociación civil de escritores. Dije sí pero quería decir no. ¿Asociarme? ¿Para qué? ¿Qué tal que me toca ser tesorera (siempre hay una tesorera en esas asociaciones) y no lo soporto y me gasto todo?
En la casa de la cultura cuando la ceremonia de premiación de la Bienal (sí, somos cultos y fuimos a una exposición) estaba en su momento más ¿elegante? el Benji ya estaba dándole al vino, pinchi benji. Laaaaargo discurso, los ganadores, las menciones honoríficas, los aplausos, los abrazos: Los Cuadros. Los amigos. Llegó el Peter, nuestro nuevo amigo mediocanadiense. Abrazamos a la Venecia, a la Nadya (jiji, mi nombre sí se lo supo y el del Meza no), al Daniel, al Saúl, a la Dessens, a la Violeta… nos acordamos del Sergio y del Murrieta que no estuvieron ahí. Vinito, risas y de pronto…
El tulio, sí mi compita virtual estaba ahí: el tulito rompetacones. Lo vi antes y me pregunté, será? pero luego desapareció (hace magia el tulio?) pero al ratito estaba ahí sentadito y nos saludamos y oh sorpresa que a su lado estaba otro blog owner with his girl y nos saludamos todos y yo me sentí absurdamente contenta de ponerle rostros a gente que leo o con quien me escribo. El Tulio estaba seriecito entre dormido, cansado, adolorido, triste, abrumado o simplemente jodido. Se cayó del techo de su casa, al parecer. Y le dolió, al parecer.
La botana fue el último punto de la noche, tres cervezas indio: el peter, el meza, la sylvia y el taca taca por allá, lejos, al fondo. Hablamos de arte (qué nice nosotros) de música, de piercings, de trabajo, de cerveza, de arte otra vez y de la estabilidad que a algunos infunden sus mascotas (not me, of course). Por allá de la tercera ronda, descubrí que el meza es igual de ácido en inglés y que me hace reír igual en inglés, que el Peter es cool y not an average american, que el chelista (que nos acosó) es un mal guitarrista en realidad, y que las botanas, en La botana, son las mejores del mundo.
A casa por fin, después de un largo día, de una larga noche me remonté a casita oyendo a los Hidden Cameras (jiji, al meza se le olvidó, pero por qué no se le olvidó también la cajita), me sentía de lo mejor, un poco ebria de indio y de gusto. A poco no es bien suave tener compitas tan compitas.
¿A poco no me extrañan en sus pantallas?
Yo también extraño actualizar esta cosa, pero por mi mamacita santa que hace calabacitas con queso muy ricas, les juro que no he tenido chance. Tengo mucho que calificar (se aceptan deditos pa’ ayudar), mucha tarea (se solicitan mentes brillantes), poco tiempo (alguien tiene un reloj tipo Dalí para que el día me dure más?) y on top of that: estoy tomando un curso (del cual no existe descripción justa aún) (pero espérense al próximo post).
Así que lo siento, pero seguirán extrañándome unos días más.
atentamente,
sylvíssima de la savanah