VOULEZ-VOUS…?

Ayer fuimos al tour de cine francés. La película era la típica cosa gringa de abogadas sorta bitch y empresarios corruptos pero francesa. Bostezamos unas ocho veces. Lo único bueno fue la actriz con sus guantes y bolsa rojos envidiables. Estábamos rodeados de franceses, profesores de la alianza de la uni o meros despistados que por alguna extraña razón viven aquí. Asumo que también bostezaron, que sin admitirlo, se aburrieron. Pero asumo también que cuando uno está lejos de su país debe sentirse bonito ver en una pantallota a su país y oír en surround sound su idioma.

Pero al resto de mexicanos comunes y corrientes (bueno, yo seré común pero corriente jamás, ji ji) nos valió lo del voulez-vous? en surround sound y nos concentramos en las palomitas con y sin chile y en pensar lo que cenaríamos cuando la cosa esa se acabara.

CONSEJO DE MADAME BOULLOSA

Ya. Comienza. Dite tu novela, dítela a ti mismo… Imagínala como es. No necesitas ponerla en palabras. No debes ponerla en palabras. Vela, siéntela, huélela: pásala en tu cabeza. Vela, vívela, precísala. Tal como la imaginas. No corras prisa. Vela, mírala, visítala como es.

La novela perfecta, Carmen Boullosa.

BLANKET OF FOG (borrowing Lorna Dee words)

Woke up that morning in a wet blanket of fog. I thought it was just because I had overslept. But the fog wouldn’t lift. It filled my nose and lungs, my head with air and nothing sounds. I kept moving through it, high-stepping over it, trying to step out of it, cross through to the other side of wellness (whatever that is). But it wouldn’t dress off, wouldn’t wash off, wouldn’t drink off, the sweet sweet sweet sweet sweet tea no substitute for the real thing. Much thought about what’s real always. I thought it was just that thought-fog keeping up with me. But no. It was real. It is always real. It is penetrating and dulling my one and only self. Filling me up with something else (besides my own petty self and this silly heart), something impenetrable and lasting for the moment it takes to fill me with this gritty crispness, a fragile skin of today, brittle and thin. Where I was merely melting, dissolving at the mouth and eyes and breath, today I’m dry, a sec sac of air, a full bladder of intense numbness in the brain.

Lea la versión única y verdadera de esto en: Lorna Dee Cervantes blog, porque aquí las negritas son mera invención y el texto, bruta apropiación.

I CAN SEE IT

Se acerca. Se siente su presencia. Estoy casi segura de que ya está aquí. I can see it, veo un resfriado a la vuelta de la esquina.

Se solicitan: kleenex, té de manzanilla, apapachos, control remoto y un postrecito de la Pastello.

AYER

El vecino, la socióloga y yo entre chicharroncitos y tacos de carne asada, a eso de las casi diez de la noche, llegamos a la conclusión de que vamos a ahorrar hasta el último centavo para ir a España. Decidimos en breve el traslado, el hospedaje y hasta el menú. El vecino planteó la posibilidad de vender su riñón, yo una novela y la socióloga se quedó pensando en qué iba a vender para su pasaje. No llegó a ninguna conclusión.

Ocurra o no, esa fue la decisión de ayer. Quizá el próximo miércoles planeemos un viaje a Nueva York. Me pregunto qué estaremos cenando mientras lo hacemos. ¿Por cierto alguien quiere una novela a cambio de un vuelo Phoenix-Barcelona-Phoenix?

HOMBRE ALTO DE LENTES

Querido hombre alto de lentes:

Han pasado como cuatro siglos, ¿verdad? El espacio de tus libros y de tu escritura sigue intacto. Ya ves como es una. Una nunca ha sabido cómo es que se las ingenia para perder amistades como aquella o esa otra. Son cosas que uno permite que pasen, punto. Y vienen otros amigos y vienen otros siglos.

Pero este fin de semana me he acordado de ti. A mi hijo de siete años le han hecho un examen de la vista. Veredicto: es astigmático. Probablemente tenga que usar lentes. Me dijo, camino a casa. “Ni hablar, si tengo que usar lentes, usaré lentes. Cuando crezca seré un hombre alto de lentes”. Me reí, me reí mucho. ¡¿Cómo no reír!? Ahí lo tienes, aparté a un hombre alto de lentes y hete aquí que mi hijo probablemente sea uno.

La vida tiene un humor muy curioso.

ES DIVINO (y es azul)

Llegó.
Gracias.
Me queda perfecto.
Lo uso en la muñeca derecha.
Su carátula hacia abajo, vieja manía, no sé si sabes.
Me gusta mucho, me queda lindo, me dice más que el tiempo.
Es divino.
Y es azul!!

… (fragmento de)

Cuando uno le pregunta de su infancia te menciona todos y cada uno de los nombres y apodos de sus amigos, te hace un recuento de lo que hacían en dónde y a qué horas. Si el tema es el cine te dirá sin problema cómo era el cine aquel de la calle que ya no está donde vio la película con la cual se enamoró de mamá. Le gusta que le pregunten de su nombre, decirte que es la herencia de aquel abuelo que estuvo a tres caballos de Zapata por meses y meses. Platica de su mamá y sientes que está ahí, frente a ti cocinando ese platillo favorito de todos, cantando esa canción que tanto le gustaba, regañándote como a él. Serías incapaz de escribir su vida de tanta que es. En sus labios nada es breve. Percibes los olores, reconoces las texturas, viajas pues a través de su memoria. Las imágenes se agolpan en su mente como eso que sientes en tu garganta al escucharlo. Narra como nadie, te dices.

Pero.
Hay un pero, el siempre pero. Le preguntas por su hija, tu hermana, la única otra. Quieres que te hable de ella. Y él sólo calla y calla. Su cabeza se mueve en no. Su cuerpo en no. Un no. Rotundo, seco. No lo escuchas pero lo sabes ahí.

Es el silencio que te arrumba.