BIRD ON THE WIRE

En Hermosillo nunca pasa nada. Nada raro, es decir. Aquí todo es absolutamente normal. Las muchachas todas tienen mechas rubias y uñas acrílicas decoradas. Los hombres se dividen en dos, los que usan Abercrombie y los que no. Los de botas y los de tenis. La gente compra el periódico en la mañana y lee Sociales. Solamente. La gente maneja en la mañana escuchando los mismos programas de radio que el carro de al lado.

En eso iba pensando hoy hasta que vi la escena más curiosa. Un carro iba frente a mí, una especie de camioneta tracker. Una mujer manejaba, era toda lentes peinado hacia atrás sudadera gris y rostro de recién levantada. Le hablaba a algo en el asiento trasero. La mujer manoteaba. Yo sabía de qué se trataba: un hijo pequeño desobedecía. No ponerse el cinturón, ir acostado hasta llegar a la escuela. Y de pronto no, de pronto él no era un niño y ella no era una mamá. Se posó verde en el borde del asiento trasero, a la vista de todos los que manejábamos cerca, un perico. De cuando en cuando abría sus alas, quiero pensar que cuando la mujer le gritaba y le manoteaba.

Estábamos en el bulevar Rodríguez el bulevar más bulevar de esta ciudad. Donde nunca pasa nada. Y una mujer alegaba y trataba de convencer de algo a su perico. Yo, por supuesto, aceleré. Quise acercarme un poco más al carro, quería ver a la mujer, quería entender la situación. Ella toda lentes peinado hacia atrás sudadera gris y rostro de madre preocupada. Le hablaba al perico en el asiento trasero. La mujer manoteaba. Yo sabía de qué se trataba: un perico, lo más parecido a un hijo pequeño, desobedecía. No meterse en su jaula, ir observando la ciudad hasta llegar a donde tuvieran que llegar. Se posaba verde en el borde del asiento trasero y todos los que manejábamos cerca éramos su vista.

De cuando en cuando abría las alas.

IMPORTACIÓN

Todo indica que mi poder de persuasión comienza a cobrar fuerza. He logrado mi primera importación: mi maravillosa ex-roommate phili-tijuanense viene a Hermosillo este fin de semana.

The lovely Miss Donovan estará aquí. Y ahora me tocará a mí hospedarla a ella y a todos sus colores.

BANVILLE/COOK

Después de mucho hablar de ello, después de mucho decir ahora sí te doy el libro y ahora sí me das el libro, ayer finalmente el hombre-lobo y la mujer-bajita intercambiaron libros. Ninguno de los dos lo admitió pero estoy segura de que la sensación es la misma a cuando uno intercambiaba tazos de las sabritas. Así que Banville ya está conmigo y Cook ya está con él.

Me gusta eso de tener con quién intercambiar libros raros, libros difíciles de encontrar. Libros difíciles de describir.

HAPPY HAPPY HAPPY!

A mis dos acuarianos. Al acuariano mayor y hermano mayor que cumple años hoy. Al acuariano menor y sobrino mejor que cumple años mañana. Besos y abrazos (muiks and humps, pues). Se les quiere, se les extraña y se les desean muuuuuusssshoos años más.

EN RESUMEN…

Este fin de semana fui a Álamos a asistir por vez primera al FAOT (léase, festival alfonso ortiz tirado) y en resumen puedo decir que:

1. No hacía tanto frío como creía.
2. A veces me sentí como si estuviera en la Expo-Gan.
3. Los hombres siguen usando el “sht sht” como técnica de conquista.
4. Nortec sigue tocando lo mismo que hace cinco años pero lo sigue haciendo bien.
5. La casa de Roberto Loor y la vida de Roberto Loor merecen ser un libro.
5.1. El libro lo debo escribir yo, las fotos las debe tomar Miguel y las ilustraciones Manuel Meza.
5.2. Necesito una editorial.
6. Es maravilloso viajar con tus amigas, con tu Fendi favorito y que los carros tengan aire acondicionado, calefacción y equipo de sonido.
7. Volver a casa es tan encantador como salir de casa.

SÓLO PUEDO DECIR

¡ Es vieeeeerneeeeees!

(y aunque lo más seguro es que no salga, no beba, no baile, no haga nada anárquico, es viernes y mañana no tengo que levantarme a las cinco a m.)

¡Es vieeeeerneeeeeeeeeesssss!

ME PREGUNTO

Me pregunto cuándo empezó a transformarse nuestra amistad en algo así como dependencia – en mi dependencia, claro está, pues Bé era independiente, era como un carámbano (también en el aspecto de la fragilidad y transtitoriedad implícitas en la palabra, como veo ahora, a posteriori)- hasta que un buen día me vi implicado en su historia que, desde entonces, ya no puedo separar de la mía. Creo que todo empezó con aquella conversación que mantuvimos en el último rincón de un penumbroso bar…

Imre Kertész, Liquidación.

HILO DENTAL

Retomamos para usted amable lector el siguiente hilo de conversación que se convirtió en hilo dental y que se llevó a cabo el día 23 de enero de dosmilsiete a eso de las 5 de la tarde.

– Ya traigo el diente flojo, ¿viste?
– A ver.

(cush cush, suena el diente flojo)
– Se me antoja quitármelo.
– Y ¿por qué no lo haces?
– Me da cosa, pero me gusta cómo se siente estarlo moviendo.
– Ponte un hilito y…
– Ya sé, ya sé, lo de la puerta… me lo dijo mi abuelito, pero no.

(silencio breve)
– ¿Cuánto crees que me traiga el ratón por este diente?
– No sé.
– Me gustaría saber.
– Si me dejas quitarte el diente a mí yo te pago y asunto arreglado.
– No.

(otro silencio breve)

– Bueno… no sé. ¿Cuánto dinero me darías?
– Ah, ¿te importa más el dinero que el diente? Eres un sucio…
– ya sé, ya sé, un sucio materialista. Sí, así soy ¿verdad? Soy como Don Cangrejo.
– Ja ja, sí, eres como Don Cangrejo.
– ¿A poco sabes quién es Don Cangrejo? Si a ti ni te gusta Bob Esponja.
– Pues ya ves.

(silencio medianamente breve)
– Ya traigo el diente más flojo ¿viste?…

FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO FRÍO