DOROTHY Y KAYE

Me pregunto qué habría pasado si Dorothy Allison y Kaye Gibbons hubieran nacido en fechas cercanas y hubieran crecido en la misma ciudad. Me pregunto si hubieran sido amigas, si hubieran encontrado la una en la otra esa cosa única que se construye entre dos que ven el mundo de otra manera y que escriben del mundo de otra manera.

Ellen Foster de Kaye Gibbons y Bastard out Carolina de Dorothy Allison son dos punzantes, hermosas y tristes, tristísimas novelas que nos muestran que la infancia y los lazos familiares no son siempre color de rosa. Una niña con una madre de quince años con un novio abusivo. Una niña sin madre con un padre alcohólico.  ¿De qué color es esa vida?

 

LA CASA DE LOS PERROS MILLONARIOS

Vivimos en Sunset Heights un barrio raro y bonito en El Paso. Hay casas con placas que explican que fueron construidas a principios del siglo XX, hay casas que uno siente que ha visto en películas o en sueños. Nosotros vivimos en un edificio de departamentos, a la derecha del edificio hay dos mansiones enormes. Una pertenece a la sociedad de historia y la otra pertenece a tres perros. Sí, lo juro, a tres perros.

Es una casa gigante, un jardín esplendoroso, árboles, ventanas enormes, techos de madera. Recién arreglaron la fachada y las escaleras de la entrada. Pero, nunca hemos visto a nadie. Lo juro: a NADIE. Sólo a los tres perros que están siempre en el patio de enfrente echados tomando el sol. El único ser humano que he visto ahí es un tipo que tiene un negocio que ofrece baño y corte de pelo a mascotas en su propia casa. ¿Será que los perros lo contratan? Será que estos perros son millonarios y se las han ingeniado para sobrevivir por sí mismos.

No lo sé pero me gusta pensar que en esa casa los perros llevan, realmente, una vida de perros.

Un Alma Cercana