¿DARWIN O LO OTRO?

Está sentado en el sillón azul. Se come un sandwich, mira la tele. Yo estoy leyendo un correo. En los comerciales, me pregunta:

– Oye mamá, ¿tú en cuál crees más… … … (pausa larga)… … … en lo de Darwin o lo otro?
(tono desenfadado, más atencion en el sandwich que en otra cosa)
– ¿?
(confirmación de que mi hijo es como yo, piensa la mitad de una oración y la otra mitad la dice en voz alta, asumiendo que el mundo lee la mente)


– ¿Cómo? ¿Qué? a ver, no te entiendo.
(abandono por completo mi lectura)
– ¿Qué si en qué cosa crees tú más, en lo de la evolución o en lo otro, lo de dios y todo eso?
(procuro no reírme de la forma en que dice “dios y todo eso”)
– …
– …
– ¿Te refieres a la creación del universo?
– Sí pues.
(tengo apenas unos segundos para responder algo que aparentemente es crucial para él, antes de que vuelva a comenzar Malcolm )
– Mmmh, pues… a ver, mejor tú dime, ¿en cuál crees tú?
(salida perfecta, voltear la pregunta)
– Pues es mejor la ciencia, ¿no? Yo, creo en la evolución.
(respuesta con el mismo tono de seguridad que usa cuando dice que él es todo un piscis)
– Bueno pero la otra teoría es, digamos, bonita, ¿no crees? hay gente que cree en eso.
(hay que darles crédito, además es época en que todos los de su edad hacen el catecismo y tampoco es cosa de provocar una controversia entre la sociedad de padres de familia)
– Sí, uno de la escuela cree en eso y dice que en lo otro no.
(¿ven?)
– Pues, cada quién puede creer en lo que quiera, ya lo hemos hablado.
(tono de madre que lo enseña todo porque lo sabe todo)
– Yo creo en lo de la evolución, ¿bueno?
(lo dice como si me estuviera pidiendo permiso pero en realidad sólo me está avisando que él ya llegó a una conclusión sobre la creación del universo)
– Sí, está bien.
(lo digo con desenfado, como si nada, pero por dentro siento un noséqué muy evolucionado).

3 A.M.

Sucede desde hace unos días.
Estoy dormida, cómoda o incómoda, adolorida o no pero dormida.
Completamente dormida.
Y de pronto.
Me despierto
Como si nada.
Como si ya fuera hora.
(de despertarse, pues).
Miro el reloj y son las 3 a.m.
(3:15, 3:24, 3:31, 3:05)

Suspiro.
Y pienso que hay una razón.
Que debe haber una razón.
Para que mi cuerpo me despierte a esa hora.

¿Qué razón?
Que tú,
en esa parte del mundo,
piensas en mí,
en nosotros,
en los que, aún tuyos,
vivimos en esta parte del mundo.

TAMSYL

A veces me conecto al mensajero y me voy. Pasa con frecuencia y si da la casualidad de que tú te conectes siempre-siempre me preguntas cómo estoy. Cuando voy a contestarte, ya no estás. Es el azar, supongo. Así pasa. Me has sacado de aprietos. Me has llevado a comer al Sasafras. Hemos hablado del amor y del desamor. Te he prestado la cama de mi hijo y te he mandado al mar a festejar tu cumpleaños al lado de unas sirenas. Hoy vi esta foto y pensé que en ella está todo lo que está. ¿Verdad Tamborini?

p.s. La foto se la robé a la Lore.

CATARSIS NÚMERO 16

Estoyhartadelcollarín estoyhartadelcollarín estoyhartadelcollarín estoyhartadelcollarín estoyhartadelcollarín estoyhartadelcollarín estoyhartadelcollarín estoyhartadelcollarín estoyhartadelcollarín estoyhartadelcollarín estoyhartadelcollarín…

y:

Me-duele-la-espalda me-duele-la-espalda me-duele-la-espalda me-duele-la-espalda me-duele-la-espalda me-duele-la-espalda me-duele-la-espalda me-duele-la-espalda me-duele-la-espalda me-duele-la-espalda…

FIN.

LA ILÍADA, DESDE BARICCO

Hace un año y cacho ya decía yo por aquí que me topé con Aquiles una deliciosa novela poética de la inglesa Elizabeth Cook (paréntesis para decir que tuve la gran idea de intercambiarlo temporalmente por un libro de Banville y heme que todavía tengo a Banville y de la Cook ni sus luces) (fin de la catarsis), bueno pues les decía. Cook logra un ejercicio poético divino sobre la vida y muerte del susodicho Aquiles.

Bien, pues ahora, heme entregada en las noches (sólo en las noches) a leer la versión que (San) Alessandro Baricco hizo de La Ilíada de Homero. Esta versión surgió de la gana de hacer una lectura en voz alta del poema épico; y al italiano se le ocurrió armarla sin el narrador omnisciente así que lo que escuchamos son las voces de todos aquellos que participaron en la (¿bendita?) guerra de Troya. Se apoya en el texto original y en algunos otros textos que van desde poemas a obras de teatro para extender las precisiones sobre los hechos y los personajes. Escuchamos a Helena, a Príamo, a Eneas, a Briseida y a muchos muchos más.

Anoche, leí de labios de Helena como Paris, su joven raptor, huyó de la furia de Menelao, el encendido esposo de Helena. Un momento intenso y tremendo que desgraciadamente no pude disfrutar del todo porque llegó un momento en que por más que lo intentaba no podía sino ver a Orlando Bloom vestido del fifirucho de Paris, sacándole la vuelta a los espadazos (y al honor troyano).

Detuve mi lectura y honesta como soy me dije: “muy lectora, muy lectora pero qué requetesuperficial eres Sylvia”.

p.s. 1. no me puedo acordar pero casi puedo asegurar que cuando leí Aquiles de la Cook, sólo veía la cara de Brad Pitt, pero eso, eso no importa, entre Pitt y Bloom hay toda una épica de distancia.
p.s.2. por cierto, si a alguien le interesa leer esa Ilíada de Baricco, mándenme un mail que les tendré una sorpresa.

HERMANAS

Dice Jane Dunn que entre hermanas existe la más íntima y perdurable de las relaciones. Que la hermana sobrevive a los padres y está presente mucho antes de que lleguen los novios, los maridos y los hijos. Pertenece al mismo sexo, comparte la misma casa y, a menudo, la misma habitación. Dice, además, que las hermanas viajan por la vida cogidas de la mano y que cada una participa en calidad de coetánea, de las experiencias escolares, de la independencia, del amor, del trabajo, del matrimonio y de la maternidad.

Nosotras no. Nosotras compartimos la casa, la habitación y los padres, pero muy poco tiempo. No hemos viajado por la vida de la mano, no hemos podido ser testigo cercano de las experiencias escolares, tampoco de la independencia, del amor, ni hablar del matrimonio o de la maternidad de la otra.

Pero somos hermanas y lo seremos siempre.

AMSTERDAM

Estoy leyendo Amsterdam de Ian McEwan. Esta novela es una mansión. Una mansión que es “la historia de una vida adulta de gustos cambiantes, de pasiones agotadas y de creciente opulencia”, una mansión donde hay recovecos, dobleces, postizos, copas llenas, botellas vacías, partituras, pianos, periódicos nuevos y viejos. También recuerdos de veladas, sillones con la marca de los cuerpos que se posaron en ellos. El desorden del día siguiente.

Esta novela es una mansión donde todo puede suceder.

Como en Amsterdam, pues.
Es McEwan, pues.

DAR GUERRA

Son las seis treintayalgo de la mañana. Las únicas en la oficina somos Doña Rosario y yo. Yo estoy tecleando algo para mis alumnos. Ella, trapea. Entre tanto y tanto me pregunta cómo sigo y me insiste que vaya con su quiropráctico.

Entonces, entra un hombre (¿es profesor? , ¿es alumno?, cuando vienen de traje una no sabe). Saluda y se dirige a Doña Rosario y le dice, “buen día Doña Rosario, aquí dando guerra otra vez…” y le pide algo que no alcanzo a escuchar. Pero sí alcanzo a oír la respuesta de la mujer que más años -y experiencia- tiene en este lugar: “eso es lo bueno, dar guerra, uno debe dar guerra, no dejarse caer, darle y darle… ¿no maestra?” y se dirige a mí. Yo, claro, le digo que sí, que hay que dar guerra, que hay que dar guerra. (Y lo digo con un collarín gigante que de pronto se vuelve casco de futbol dispuesto a cuidarme y no dejarme caer para dar guerra).

DEBO SOSPECHAR DE LO QUE QUIERO (poesía sufi para noche extraña)

¿Quién hace estos cambios?
Disparo una flecha a la derecha
Cae a la izquierda.
Cabalgo tras de un venado y me encuentro
perseguido por un cerdo.
Conspiro para conseguir lo que quiero
Y termino en la cárcel.
Cavo fosas para atrapar a otros
y me caigo en ellas.

Debo sospechar
de lo que quiero.

Rumi

LISTO

Ya llegó. Ya está aquí. Después de la larga espera en mi casa hay cien novelas listas para ser presentadas y, con gracia de Sor Juana, compradas y leídas. Incluso ya tenemos lugares y fechas para el ¿dichoso? tour artístico (collarín incluído):

11 de Junio, México DF en un lugar llamado Casa Vecina
21 de Junio, Durango, noséndonde.
24 de Julio, Chihuahua, donde quesque también impartiré un taller.
15 de Agosto, Tijuana BC, en el CECUTSSS
27 de agosto, Guadalajara, tampocoséndónde.

Note usted la ausencia de la presentación en Hermosillo. No tenemos lugar, fecha o patrocinador. Cuando nos caiga del cielo uno de los tres o los tres ya le avisaré. Por lo pronto si alguien quiere libro y vive en esta ciudad, escríbame que yo voy, se lo cobro y se lo dejo. Las firmas son gratis.