EL SÍ DE LAS NIÑAS (valentina y enedina visitan la casa 7)

Son hermanitas. Enedina tiene 6 y Valentina 5. Pero parece que están al revés pues Enedina se ve más pequeña, más frágil que Valentina cuyo nombre revolucionario le queda a la perfección: morenita, cabello negro, ojos grandes y certeros. Ene es blanquita, flaquita con brazos delgaditos y voz suave, suave, imperceptible.

Son amigas de mi hijo.

Sus primeras amigas.

Vienen a nuestra casa que es la siete, desde su casa, que es la diez.

Nos gustan.

Les gustamos.

Se les nota en sus ojitos, en sus risitas cuando les digo “Hola ratoncitas”.

Se les nota cuando Juanantonio propone un juego y ellas dicen Sí.

Juanantonio dice: vamos a jugar a los ninjas

Ellas dicen: Sí

Juanantonio dice: hay que vestirnos de ninjas

Ellas dicen: ¿qué son los ninjas?

Juanantonio dice: los que luchan por la justicia

Valentina dice: Bueno y que yo me llamaba Sofía

Enedina dice: Bueno y que yo atendía la tiendita

Valentina dice: Entonces somos ninjas, yo me llamo Sofía y que Juanantonio y yo íbamos al mandado vestidos de rangers.

Juanantonio dice: Ninjas

Valentina dice: sí, de ninjas.

Enedina dice: bueno y que yo atendía la tiendita.

Juanantonio dice: y que luego luchábamos contra el mal.

Las niñas dicen sí.

No tengo corazón para romperle el corazón a este trío. No les voy a explicar que un ninja difícilmente trabaja en un supermercado o que definitivamente no va a un supermercado a hacer su mandado con billetitos de a mentis.

Mi hijo es feliz y las de la casa 10 también.

Eso es lo único que importa.

A FIVE YEAR OLD FAIRY TALE (or tail?)

Mi hijo cumplió ayer 5 años.

Le emocionaba especialmente recibir abrazos.

Lo dicho, es un niño especial.

Su tío Gerardo escribió.

Sus abuelos le compraron un pay de plátano.

Su amigo Samuel lo felicitó.

Sus papás lo quieren tanto, tanto.

Por sus ojos grandes, por sus palabras bellas, por sus caricias, por sus largas pestañas, por su sonrisa.

Este hijo es como el mejor regalo de una hada madrina.

OH YEAH BABY (dos chicas juntas en la noche)

Nunca pensé que me ocurriría a mí.

Una cosa es que una escriba de este tipo de cosas, de este tipo de encuentros.

Otra muy distinta es experimentarlos.

Muy.

Pero tenía que hacerlo, Natalia me dijo que lo hiciera, por mi bien, por mi bien.

Así fue:

Ella estaba ahí.

Yo estaba ahí.

Mi hijo bajo un sueño profundo en su recámara.

El hogar todo silencio.

No one around, excepto ella y yo.

Tendríamos la intimidad necesaria.

Lo confieso, yo di el primer paso.

Ella, bueno, ella no hubiera podido.

Habíamos cruzado nuestras miradas tantas veces pero no pasaba de eso.

Ahora sería diferente. Nosotras: estaríamos juntas.

Inhalé, exhalé.

Estaba dispuesta a hacerla mía y la única manera,

el único modo, de hacerla mía era haciéndola mía: dejando en ella mis historias.

Sí.

Prendí la computadora que Juan me dio y comencé a escribir en ella para dejar de llamarla la computadora de Juan.

Ahora.

Es mía.

¡Oh, yeah, baby! toda mía.

La computadora de Sylvia.

SLEEPING BY YOURSELF ( lo malo de)

Lo he descubierto.

Lo grave, lo realmente grave de dormir sola es:

Soñar que muchos osos se van a meter a tu casa y tu tienes a tu hijo, a tu sobrino y a tu amiga María (con un celular pequeñito) tratando de esconderse y sin saber qué hacer con los mentados osos grizzly.

Eso es lo malo.

Sueñas osos villanos y cuando despiertas con el corazón

latiendo como si fuera la última vez y no hay nadie, nadie con quien acurrucarse.

Lo malo es que tampoco tengas saldo en tu celular como para llamarle

al Edgar para que te cuente un chiste y te calme un poco.

MUJERES DEL MUNDO (celebremos este día)

1.Pintémonos las uñas unas a otras.

2.Vayamos a que nos alacien el cabello.

3. Perfumémonos y sulibellémonos.

4. Falda y zapatos abiertos.

5. Pongamos caras serias e intelectuales.

6. Coqueteemos con tipos de bigote y calvos.

7. Digamos gracias a los méndigos albañiles que siempre piropean.

8.Olvidémonos de los conflictos de género y bebamos tequila (o agua purificada).

9. Rompamos la dieta y comamos media rebanadita de pay de queso.

10.Fumemos puro y leamos Playgirl.

Lo dicho.

Un día una morra más grandota que yo me va a linchar por escribir tanta tarugada.

CUANDO LA LUNA SE PONE REGRANDOTA (como una pelotota que alumbra la veracruz)

Voy en el chevy. Underworld en mis oídos. Cabello lacio, botitas cafés. Toda linda porque voy a un evento. Se presenta el libro del Soco. El Soco me cae bien aunque hemos hablado unas dos veces en la vida.

Doy vuelta en la Veracruz, mi plan es de ahí dar vuelta a la Yáñez.

De pronto

Ahí está.

Enorme, amarilla, dueña de sí y sitiada en mi epidermis.

Es una luna llena grande grande.

La luna no parece luna. Es un mundo.

¿Ya dije que era enorme?

Me da risa, gusto, nervios, verla. Tomo el celular. A alguien hay que decirle esto. Mi hijo no está en el asiento trasero y obviamente no tengo con quien compartir el instante.

Le llamo a Lyla. No está. Su contestadora me saluda.

Le digo: “Lyla sal donde estés, ve la luna, la luna enorme y amarilla que cuelga del cielo”. Se me ocurre que si alguien más escuchó el mensaje seguro piensa: “Con razón es una paciente”.

Por la noche, más noche, en casa, más en casa que en ningún otro lado, me acomodo para dormirme. De este lado, de este otro. No puedo pegar los ojos. Y no es porque recién vi Sexy Beast. Golpecitos a la almohada, estiramiento de colcha.

Luego.

Me doy cuenta.

Lucecita latosa en la ventana.

¿El patio del vecino? ¿Una luz del poste? ¿Una luciérnaga enorme?

¿Adivinaron? La luna, era la luna que se coló en mi ventana, juguetona, brillante, menos gorda y menos amarilla pero luna y llena. Blanca toda ella.

Me reí. Debo estar loca, me puse a reír como loca (de qué otro modo).

La luna me siguió. La luna me persigue.

Y pienso en esa rolita de los cadillacs… siguiendo la luna y su….

¿cómo iba?

REPORTE CLIMATOLÓGICO (a soul’s weather)

Decaída, desmotivada, cansada, confundida, inquieta, preocupada, extrañada, intrigada. Triste, abrumada, ¿ya dije confundida? enojada, azorada, desolada, salada. Rara. Rara, rara, rara.

Seguiremos informando.

BEING NAILED (lo que dicen las uñas)

Mi madre no cree en cuarzos. O en flores de bach. No hablemos del tarot. Y sin embargo, mi madre, como muchas, sabe con frecuencia que algo sucede en el interior de sus hijos. No es sólo su sexto sentido. No.

Mi madre lee las uñas.

Sí. Voy a su casa, mi madre me saluda, beso en la mejilla, caricia en la espalda. Nos sentamos en su mesa de la cocina al lado del gran ventanal. Y entonces. Mira mis manos, mis uñas. Y dice: “aay pero qué pasa con tus uñitas, ¿te has sentido mal? ¿nerviosa? ¿triste? ¿tensa? ¿preocupada? ¿enferma? (la lista de opciones continúa y se las ahorro).

Nada, mamá, nada.

Mi mamá como buena mujer sabe que cuando una dice nada es porque hay algo.

Y a veces hablamos de nada. De mi nada.

También ocurre que llego a su casa, me saluda, beso en la mejilla, caricia en la espalda. Nos sentamos en su mesa de la cocina al lado del gran ventanal. Y entonces. Mira mis manos, mis uñas. Y dice feliz y orgullosa “qué lindas se ven tus manos, ay tus uñas qué cuidadas, se te ven tan bonitas” y no deja de verlas y no deja de sonreír como si mis uñas fueran la prueba viva de que mi vida es buena. Si pudiera me llevara a casa de sus amigas a presumir mis manos, como quien presume a un hijo recién graduado.

Lo de las uñas y el estado de ánimo seguro debe venirle de uno de mis hermanos, a quien si acaso le hemos visto un pedacito de uña en cada dedo cada 10 años. Un lío el tipo. Se le quiere, pero un lío. Quizá por él, pensando en él, mi madre nos lee las uñas a todos. Es su forma de saber cómo estamos.

Yo no sé qué pensar. Veo mis uñas, uñas dispares, un poco largas en unos dedos y completamente quebradas en otros. Pellejitos jalados aquí y allá. ¡e siento bien pero me siento mal? Lo mejor es por lo pronto guardar las manos en los bolsillos en la próxima visita a mamá.

EL TIEMPO PASA (y no me acuerdo de mí)

Sí, pasa.

Y un día, tenemos arrugitas debajo de los ojos. Salen más de 8 canas en un lado de la cabeza y más de 6 en el otro. Ya no es tan emocionante tomar carretera a diario para llegar al trabajo. Cargar al hijo requiere de un chaleco contra hernias. El ex es un tipo agradable a punto de convertirse al budismo zen. Escribir ya no es todo en la vida pues tiene que competir con dar clases, hacer tarea, preparar sopa de letritas, pagar el agua, la luz y asistir a las juntas del kinder. No sabes ya qué número debes teclear en el cajero, en tu computadora, en la alarma de la casa.

Pasa.

Y una noche no se puede dormir de tanto pensar en ese pendiente que debía hacerse hoy ¿o era mañana? Se sueña con pollo con champiñones y se levanta una con la duda de si cenó o no ayer, de si comió o no ayer.

El tiempo pasa y deja a su paso una estela de hombres y mujeres frágiles, que llegan a casa añorando las pantunflas y la leche tibia que preparaba mamá.

Un Alma Cercana