oaxaca

Josefina Ramírez García nació el seis de marzo de 1914 en Oaxaca. Murió en la Ciudad de México en 1973, el año en que yo nací. Eso es todo lo que sé con seguridad de mi abuela. Sé otras cosas, pero ¿qué tan confiables son mis fuentes? Mi papá solía contar que a la abuela le gustaba cantar y bailar, que era el alma de las fiestas familiares. Y ya.

Esta semana caminando por las calles de Oaxaca me pregunto dónde habrá nacido, dónde habrá crecido, en qué puesto del mercado se tomaba su café con pan de yema. Me pregunto, también, qué la sacó de Oaxaca y la colocó en el DF como para ya no volver.

Oaxaca está llena de madres solteras con pequeños en los brazos o de la mano, mujeres que caminan por el centro vendiendo algo: blusas, collares, dulces. Mi abuela era madre soltera, pero ella no vendía nada, ella trabajaba en unos baños públicos, Baños el Chopo, se llamaban. Miento, mi abuela no era madre soltera, mi abuela se casó, tuvo dos hijos, el abuelo se fue y nunca volvió, tampoco nunca se divorció. Pero a sus hijos la abuela los crío sola.

Caminamos por Oaxaca y veo a muchas mujeres solas, veo a muchas niñas solas, vendiendo algo, tocando algún instrumento, sonriendo para ver si así te animas a darle “un pesito aunque sea.”  Caminamos por Oaxaca y me pregunto qué hubiera sido de mi familia si la abuela nunca hubiera dejado Oaxaca, si se hubiera quedado aquí y aquí hubiera críado a sus hijos. ¿Qué hubiera, Oaxaca?

 

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Un Alma Cercana