¿Y ahora qué?

Me casé con un veterano que aún sufre las consecuencias médicas y económicas de su baja. Tengo un hijo de 17 años que cursa el último año de preparatoria y vive el estrés de las solicitudes para estudiar la universidad. Soy residente de este país al que emigré hace seis años. Los tres somos de origen hispano. Los tres hemos pasado los últimos días discutiendo y obligándonos a bromear sobre el panorama tras las elecciones.

Ninguno lo dice, no abiertamente, pero en los tres flota la pregunta ¿y ahora qué?

Entre el sábado y el domingo pensé que tal vez era hora de volver al terruño. Anoche me dije que no, que ahora más que nunca hay que quedarse aquí. Esta mañana mi alma tiembla mientras adjunto documentos para solicitar, de nuevo, una otra situación laboral. Quería apostarle a todo y ver dónde pegaba el chicle. Ahora, ni chicle quiero mascar.

Es tan raro lo que siento, no es miedo pero se le parece.

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Un Alma Cercana