soy mi mamá cuando el hijo llega a casa agotado, se acuesta a mi lado, se queja de algo y le digo: “ay, hijito.” soy mi mamá cuando voy manejando y haciendo un mapa mental de todo, absolutamente todo, lo que haré al llegar a casa. soy mi mamá cuando en un periódico veo una receta que me interesa, la recorto, la guardo en mi carpeta de la escuela a sabiendas que si tengo suerte la pegaré o copiaré a mano en algún lado, pero muy probablemente nunca la prepare.
debería ser mi mamá cuando me atoro y sigo hablando o escribiendo cuando en realidad el silencio es lo mejor. debería ser mi mamá cuando todo lo veo gris rayándole a negro. debería ser mi mamá y detenerme a mí misma cuando estoy a un paso del autosabotaje.
pero no soy.
soy yo, con rasgos o cosillas varias de ella y otras muchas que yo misma he construido, vicios, hábitos, habilidades, necedades.
soy yo.
yo.