diez días

tengo diez días ya en Vancouver, han sido días lindos, días de ser todo lo tía que se puede ser con cuatro sobrinos. días de disfrutar a mi hermana y de ser la hermana menor. días de escuchar anécdotas sobre mis padres de esa época en la que aún no nacía. han sido, también, días de escribir y días de leer. días de entender hacia dónde voy en lo que hago y pienso. días de extrañar al barbudo y al hijo.

tengo diez días ya en Vancouver y siento que cada día se vuelve un año que compensa la ausencia y la distancia que hubo entre mi hermana y yo. fuimos un día a una feria y del brazo caminamos y comimos y reímos como las nenitas que nunca habíamos podido ser.

tengo diez días en Vancouver y sé que mi madre sonríe, sonríe mucho.

Un Alma Cercana