Fe-feminista

Hace un par de años tomé un curso sobre dramaturgas latinoamericanas. Como el curso implicaba leer obras de mujeres y, en ocasiones, obras que tocaban el tema de la mujer en sociedad, la maestra nos hizo leer algo de teoría feminista. Sin embargo, antes de hacerlo, nos pidió que levantáramos la mano aquellas que nos asumíamos como feministas. Yo no levanté la mano, es decir, sí intenté levantarla, luego la bajé, luego la medio subí. Estaba mi brazo en medio camino cuando la maestra me dijo, “¿qué pasa, aún no lo decides?” Me sonrojé, sonreí, creo que dije: “no, aún no.”

Entiendo ahora que en ese momento yo, como muchos otros, encontraba en el término feminista una carga absurdamente negativa. Como si fuera el sinónimo de machista. Como si fuera sinónimo de “mujer-enojada-con-el-mundo-en-especial-los-hombres.” Ha pasado el tiempo, han pasado por mis manos muchas lecturas, han pasado por mi vida muchas más experiencias y entiendo ahora que la civilización ha evolucionado de muchas maneras, pero en materia de género seguimos casi en las mismas.

Sí, en las pinches mismas. Miras alrededor y las posiciones de poder son, con frecuencia, ocupadas por más hombres. Miras alrededor y descubres que los más atroces actos de violencia son, con demasiada frecuencia, hacia mujeres.

Si en este momento pidieran que levantaran la mano aquellas que se asumen feministas, yo la levantaría sin duda alguna. Porque mi madre me enseñó a ver más allá de mi entorno o de lo que se supone que yo debía ser/hacer simplemente por ser mujer. Soy feminista porque he criado a mi hijo de manera diferente, le he enseñado a ser justo, no lo he encerrado en esa cajita tan horrorosa que es la masculinidad-que-obliga-al-hombre-a-ser-fuerte-nomás-porque-es-hombre. Soy feminista y he sido justa con mis alumnas y con mis alumnos, los comando día con día a buscar sus sueños y realizar sus goles sin-importar-qué. Les he enseñado a valorar a quién y lo qué les rodea.

feminist Leo en este momento We Should All Be Feminists, el ensayo de  Chimamanda Ngozi y coincido con ella cuando dice que el problema del género es que prescribe cómo debemos ser más que reconocer cómo es que somos.

Y o, reconozco lo que soy. Tengo fe en la equidad de género. Soy feminista.

 

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