la semana pasada arrancó el semestre. tres materias. casi-cincuenta-alumnos. horarios matutinos que permitirán que, a partir de mediodía, yo sea libre como el viento. nos quedan dos novelas, sí dije dos, por terminar como parte del proyecto Coming Out que inicié el año pasado y que verá la luz pública en el verano. me doy el lujo, además, de tomar una clase como oyente sobre literatura juvenil.
por otro lado, hablando de hobbies y ocios, cambié el tejido por la fotografía. Barbudo me regaló una hermosa Olympus con la que planeo explorar el universo.
es lo que hay: meter cambios, pisar el acelerador y darle al semestre lo que al semestre le corresponde.