tuve miedo

Estábamos en Silver City, NM. Turisteando, caminando. Yo viéndolo todo, él tomando fotos. Con un poco de frío y un mucho de buen ánimo.

 

Entonces.

 

De un callejón vi salir a una mujer algo desgreñada, algo rara, con una piyama puesta y diciendo: “fucking stop, fucking stop following me.” Tras de ella un hombre, delgado, largo, largo, con esa ropa que tú sabes que tiene en un cuerpo más de ocho días. Le gritaba, “stop, fucking bitch, stop.” Pero ella no se detuvo, siguió y siguió, hasta que él le cortó el camino.

Yo corté mi camino. Barbudo estaba entretenido tomando foto a unas nenitas en patineta, una foto que yo le pedí. Yo ahí, única testigo de un hombre que primero seguía a una mujer, o a su mujer. Única testigo del momento ese en que él la tomó del hombro, la jaló y la empujó después hacia el cofre de un auto.

Fueron unos segundos, unos segundos solamente en que quise voltear con Barbudo y decirle, “mira.” Unos segundos nada más en que quise decirle “deténlo.” Quise decirle,  “ayúdala.”

 

En cambio.

 

Me quedé ahí, muda. Frente mí vi una imagen en la que yo decía las palabras esas, mi esposo las oía y se acercaba a defender a la mujer del hombre largo largo. Frente a mí vi una imagen de ese hombre largo largo sacando una pistola y.

 

Me quedé callada.

 

Ella se fue, se metió a una tienda y hasta donde yo estaba oí que pedía el teléfono para llamar a la policía. El hombre, el hombre siguió diciendo “fucking bitch” con la pura mirada.

 

Tuve miedo. Qué terrible, qué terrible es vivir con miedo, un miedo que, en ocasiones, no te deja hacer nada por nadie. Han pasado siete días de todo esto y no me puedo quitar la película entera de mi mente.

 

Una respuesta a “tuve miedo”

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