san antonio

barbudo de veras me ama. el hombre de mi casa movió cielo mar y tierra y logró acomodarnos en un curso maravilloso de una semana con gastos pagados en san antonio, texas. la ciudad del río. la verdosidad texana. mi cuerpo, mi alma, mi mente pide eso, pide un viaje, una salida, pide algo que rompa con esto que ya ni sé cómo llamarlo.

barbudo de veras me ama.

el insomnio y otras cosas

el insomnio en esta casa va y viene. yo ya lo tengo más o menos controlado, digamos que mi coso eso llamado síndrome de piernas inquietas (créalo o no, existe un síndrome con ese nombre) está más que orden. ahora son el hijo y el marido los que de pronto danzan por todo el departamento pasadas las doce de la noche. los oigo o los medio oigo. los siento o los medio siento. pasitos aquí y allá. una, dos luces prendidas. una parte de mí quiere levantarse de la cama y ayudarlos a tomar su sueño, pero otra parte de mí está envuelta en sueños y no puede ni siquiera levantarse.

el más pequeño, el hijistro que por cierto no ha venido de visita, ese sí que duerme. el problema es que ese chico se levanta a las 5:30 am a ver caricaturas. o tal vez antes. o tal vez después, es un misterio para el resto de nosotros que en sábado por nada estamos en pie antes de las nueve am.

sirva todo esto para decir que yo, pues, vivo con un clan de insomnes.

The day you died

The day you died I think I even knew it was going to happen (…) When I saw what was happening, I knew it was right and I always wanted to watch someone die, and those sounds that meant more and more, and I knew exactly what was happening but I still stayed there, even kept writing to be sure that it was really happening. This can´t be a lie. I didn’t want to tell anyone, I wanted to be alone with you when it happened because it was like you were mine all along and it was my job to stay there and see, and then let everyone know.

 

Eileen Myles, “The Kid.”

UNA NO HABLA DE ESTO

¿No lo tiene? ¿Lo perdió? ¿Lo prestó? ¿Lo regaló?

Bueno pues ahora puede recuperar esta pequeña novela que sigue dando vuelcos en mi vida. Disponible aquí para Kindle en Amazon.

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Yyyy

Puedo calificar en casa. Puedo preparar clase en casa pero a últimas no puedo escribir en casa. Para lo demás no importa si me distraigo haciendo esto o lo otro al mismo tiempo. Multitasking es mi nombre. Pero cuando se trata de mi proyecto creativo he comenzado a necesitar otro lugar.

Esta semana he movido mis horas de oficina a un café sobre Piedras. Es un café menos yuppie que el Starbucks pero eso sí, es super hipster. Pero nadie me distrae, nada me distrae. Tomo mi té acomodadita en una mesita redonda pegada a la pared y tecleo tecleo tecleo. Estoy en la segunda novela del proyecto al que llamaré maquiladora juvenil.

Aquí en este rinconcito tramo la vida de Wonnie, una chica butch que vive en Philadelphia y es una rompecorazones. Cierro los ojos y la veo, pelito corto, pantalones rotos, me sonríe, me dice que su vida es buena porque se la hice yo. Me dice que mi vida es buena porque me la hice yo. Me pone la mano en el hombro y me dice que entiende que esté triste pero que es importante que la tristeza no me haga alejarme del teclado.

Sonrío. Y seguro alguien piensa, esa que le sonríe a su Mac es una hipster, una escritora hipster. Bleh.

hablar de qué

es difícil volver a este espacio. entro y me digo, escribir de qué, hablar de qué. hace dos semanas toqué fondo. un mes de la muerte de mi madre. un año de la muerte de mi hermano. hay golpes en la vida tan fuertes, no sé, dice Vallejo y lo siento yo.

mi padre estuvo en la texanía, nos dimos cariño, comimos mucho, nos sentamos a ver tele. hablamos y no. lo veo solo, lo veo triste, lo ve tratando de recuperar el tiempo narrando una y otra anécdota de mi madre.

apenas se fue y me vine abajo. estábamos en la línea, cruzando de allá-acá. quise bajarme, quise salir corriendo, no podía parar de llorar.

esa misma tarde hablé con mi hermana. hablé con la maría y no es que las cosas hayan sido más fáciles sino que ya no pesaban tanto, encontré en sus voces confort, me ayudaron a cargar esto que se siente cuando pierdes a quienes amas.

hablar de qué, me digo cuando abro esta página y me contesto: pues de lo cercano, ¿qué más?

i too was forty

From Anne Sexton to her 15-year-old daughter Linda, 1969:
Wed — 2:45 P.M.
Dear Linda,
I am in the middle of a flight to St. Louis to give a reading. I was reading a New Yorker story that made me think of my mother and all alone in the seat I whispered to her “I know, Mother, I know.” (Found a pen!) And I thought of you — someday flying somewhere all alone and me dead perhaps and you wishing to speak to me.
And I want to speak back. (Linda, maybe it won’t be flying, maybe it will be at your own kitchen table drinking tea some afternoon when you are 40. Anytime.) — I want to say back.
1st, I love you.
2. You never let me down
3. I know. I was there once. I too, was 40 and with a dead mother who I needed still.
This is my message to the 40-year-old Linda. No matter what happens you were always my bobolink, my special Linda Gray. Life is not easy. It is awfully lonely. I know that. Now you too know it — wherever you are, Linda, talking to me. But I’ve had a good life — I wrote unhappy — but I lived to the hilt. You too, Linda — Live to the HILT! To the top. I love you, 40-year old Linda, and I love what you do, what you find, what you are! — Be your own woman. Belong to those you love. Talk to my poems, and talk to your heart — I’m in both: if you need me. I lied, Linda. I did love my mother and she loved me. She never held me but I miss her, so that I have to deny I ever loved her — or she me! Silly Anne! So there!
XOXOXO
Mom

las cosas

tengo un montón de cosas que calificar, un montón de cosas que escribir, y no puedo hacer absolutamente nada mamá porque no dejo de llorar. esta sin duda ha sido una semana del terror. un mes que partiste tú, un año que partió mi hermano y aunque una no le quiera dar vueltas y una tiene que ser adulta y decir que así son los ciclos de la vida, una en realidad la está pasando mal. una se hace la fuerte, busca reír y hacer reír cuando en realidad una solo quiere estar en la cama, pensando, recordando, dándole vueltas a lo que ya qué. las cosas, mamá, no son más fáciles con el tiempo. las cosas siguen doliendo y vale más que me haga a la idea de que van a seguir doliendo. sí, la vida va a continuar y va a haber más alumnos con ensayos sin pies ni revés y va a haber más libros qué escribir y más personas a las que hacer reír, y sha la lá. pero siempre mamá, en un cachito del día, te voy a pensar y voy a sentir esta punzada aquí, aquí.

un año ha, un año ha

Mi hermano.

Mi Príncipe Húngaro.

Mi Gerardo.

Un año hace que has partido, un año hace que dijiste: no más.

Aún llegan de cuando en cuando correos lindos. Aún llegan de cuando en cuando correos no tan lindos. Correos que hablan de ti. Correos que no hablan de ti y sin embargo de ti. ¿Qué se le va a hacer?

 

Te extraño, te pienso, te veo aún en sueño, te veo en las moneditas que encuentro aquí y allá.

Un Alma Cercana