los rincones de esta casa

los rincones de esta casa, madre, esconden secretos, manías, gustos. vitrinas con tus figuritas de cristal o de porcelana. tus puertitas retacadas de tazas navideñas o vajillas bonitas que sólo usábamos en navidad. también, ya te lo dije, encuentro carteras por todos lados con tarjetas expiradas. viejos recibos de empleos que dejaste hace siglos, agendas que tú convertiste en directorios telefónicos bajo un sistema poco alfabético. los rincones de esta casa, madre, me hacen sonreír y llorar al mismo tiempo. y este solo apenas es el segundo día sin ti. habrá qué ver que me encuentro mañana.

cambiando de tema, madre, fíjate que el roberto -el amigo del ale- hoy llegó al hospital a donarte sangre y llamó para preguntar tu número de habitación, qué triste debe haber sido oír que su sangre no llegó a tiempo y qué risa, madre, que mi papá dijo: dile que sí, que done de todos modos porque dejamos un adeudo. adeudo de sangre, habrase visto. hoy me escribió una ex-alumna tuya, diciéndome que te quería mucho, yo también le quise responder pero todavía no agarro ánimo para contestar todos los correos que entre ayer y yo me llegaron. me escribió una amiga que es poeta, y me mandó el poema más hermoso y la última línea te la regalo mamá, te la regalamos ella y yo, te la regalamos ella, mi hermana y yo, te la regalamos ella, mi hermana, mis mafaldas y yo: “Barcas somos de tu mar.”

soy tu barca y te navego, ya te dije, en los rincones de tu casa y en los de mi memoria.

Un Alma Cercana