el hijo ya es grande

Una de las relaciones más saludables de mi vida es la que tengo con el de Quince. Seguramente él dice lo contrario y está bien, es parte de lo saludable que uno le lleve la contra al otro de vez en cuando. Como en esas ocasiones que suplico que se corte las uñas y el presenta una serie de argumentos difíciles de contradecir. Y como las uñas hay otras cosas pero tampoco se trata de balconearlo. Lo mejor es poder sostener conversaciones serias y graciosas con él, lo mejor es cuando lo escucho interactuando con otra gente, sin pena ni temor, lo mejor es cuando debo hacerme para atrás y soltarlo, dejarlo volar solo -metafórica y literalmente.

El Hijo ya es grande y está en su camino de ser más grande. (Sus uñas también).

Un Alma Cercana