sobre las lecturas del verano

 

Había hecho esta lista de lecturas de verano:

  • Negra, Wendy Guerra
  • Asunder y Book of Clouds, Chloe Aridjis
  • The Flamethrowers, Rachel Kushner
  • A Tale For the Time Being, Ruth Ozeki
  • With or Without You, Domenica Ruta
  • I Hotel, Karen Tei

Pero, por supuesto, terminé haciendo lo que se me dio la gana.

Comencé a leer Negra y por ahí de la mitad, desistí. No puedo explicar por qué, simpleysencillamente cerré el libro. Es un libro inteligente, colorido, sensual, pero en este momento no cumplió conmigo, así que adiós. (Y nadie me venga con una larga teoría sobre mi error de no terminar libros, créanme si algo no me jala no le veo caso a seguir habiendo tantas otras cosas qué leer).

Terminé Asunder y aunque me gustó mucho mucho, decidí esperar un tiempo más para echarme Book of Clouds. 

Inserté en la lista, sin querer queriendo, Lo que no tiene nombre de Piedad Bonnet y no pudo haber llegado en mejor momento. No es una novela ni es una biografía. Es la historia de un hijo, una madre, una enfermedad y una muerte. Y, ya en esas, por recomendación de Rosa Alcalá me puse a leer I, Afterlife: Essay in Mourning Time. Una colección de ensayo-poema sobre la muerte del padre, sobre la muerte, sobre-sobrevivir.

La espontaneidad es lo mío así que eché a un ladito, no sin decirles disculpen ustedes, a The FlamethrowersWith or Without You, y I Hotel. En su lugar coloqué a Drunk Mom: A Memoir de Jowita Bydlowska, Prayers for the Stolen y That Poison that Fascinates de Jennifer Clement, dos novelas gráficas de Allison Bechdel, Un pistoletazo en medio de un concierto: acerca de escribir de política en una novela, de Belén Gopegui, y el memoir de Michelle Knight (lo siento el título es muy muy largo y me da flojera teclearlo todito).

Sigo leyendo A Tale for the Time Being de Ruth Ozeki, una novela de-li-cio-sa que me niego a terminar y la aderezo con probaditas de Big Mouth and Ugly Girl de Joyce Carol Oates.

Es difícil demostrar que este arsenal de novelas y ensayos construyen todos eso que estoy armando en mi cabeza pero juro que sí, que sí lo hacen. Estas han sido lecturas investigativas y sanativas y explorativas. Lecturas que han hecho de este verano uno muy enriquecedor.

Veremos qué dictan los libreros para el otoño.

 

 

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